El Pinball: un nuevo fenómeno decorativo
El Pinball: un nuevo fenómeno decorativo
En 2015, los hoteles Romeo’s (inspirado en los love motels de la Ruta 66) y Paradiso (un homenaje al arte contemporáneo en clave rosa) ya presumían de estas máquinas tan en boga. El primero, con una temática “Bingo”. Y el segundo, con una espectacular ilustración de F1 y un toque seventies picarón. ¿Qué tienen los pinballl para que hayan seducido a todos y se coticen hasta cifras desorbitadas?
Petaco, máquina del millón, pinbola, flipper o pinball, como quieras llamarlos. Pero alguien, además de Concept Hotel Group, avecinó que en 2022 estarían de moda: Miuccia Prada. Y es que su fundación también se adelantó el mismo año. En ella se encuentra el Bar Luce, diseñado por el cineasta Wes Anderson. Con una estética motivada por los cafés clásicos milaneses de los años cincuenta y sesenta y por la famosa Galleria Vittorio Emanuele. Papel pintado en el techo, sillas de colores, un jukebox y un pinball dedicado a Steve Zizou. A ver, si Concept, Prada, y Anderson dicen pinballs, por algo será. No es novedad que en Concept son amantes de piezas y mobiliario vintage. En algunos de los descansillos de sus hoteles, que ya son siete, hay un pinball o jukebox de los sesenta o los setenta. Es una forma más de diferenciarse frente al resto, que resulta su objetivo a la hora de construir marcas. Asimismo, en sus oficinas cuentan con un pinball Casanova del año 66 y una Wurlitzer Americana II del 68. Allí es nada.
Desplazándonos a los escenarios, el Pinball que hay en Romeo’s es atípico debido a su tamaño, pues es más chato, no tan largo como los que se solían manufacturar en la época. El de Paradiso es electromecánico. ¿Qué quiere decir? Que lo caracteriza el sonido real de la bola golpeando (gling, gling, glong, glong). Como sumatorio, el marcador no es digital. Otro experto en esto es el coleccionista -y amigo de Diego- Sören Manzoni. “Te voy a dar un titular”, saluda desde su garaje en Barcelona: “Entre los cincuenta y los sesenta, la industria del pinball llegó a recaudar más que la del cine a nivel mundial. Y España fue el segundo productor por detrás de Estados Unidos”.
El local de Sören no es un taller al uso. Manzoni’s Garage, que así se llama su particular fabrica Willy Wonka para adultos, es un museo que alberga piezas de los años setenta, ochenta y noventa. Esta fiebre por lo retro está representada por aproximadamente 20 pinballs de edición limitada, 150 radiocasetes, 100 lunchboxes, 1.000 skates, motos antológicas y todo lo que un nostálgico pueda desear.
Y ojo a los datos: en 2018, Stern Pinball, el mayor taller y el único que mantuvo la producción cuando se trasladó el ocio del salón recreativo a casa, creó la máquina más valorada de la historia. Se trata de una colaboración con Supreme, la boutique neoyorquina de monopatín que ha cautivado a grandes nombres como Louis Vuitton. Se fabricaron únicamente 100 unidades, se vendieron en 10 minutos y hoy se pagan más de 400.000 euros por una de ellas. E igual de sonadas han sido las colaboraciones de Stern Pinball con series de Netflix. También hay una edición limitada de 500 unidades de Stranger Things, a 9.000 euros cada una.
“Es curioso, en los 2.000, si te llevabas un pinballl de un bar, lo agradecían, ya que no sabían qué hacer con él”, de despide Manzoni.