THE REAL ONES : MASSIMO LUCARINI
THE REAL ONES
Massimo Lucarini: De la Toscana a la Luna.
Por Laura Martínez
El dueño del emblemático restaurante italiano Las Dos Lunas, ubicado en el km 5 de la carretera que va de Ibiza a San Antonio, nació en Roma, aunque se considera toscano, y lleva desde el año 74 enamorado de la isla. Lucarini lo ha visto todo: la época hippie, el nacimiento de la mítica discoteca KU, las celebrities mezcladas con la gente de a pie bailando en las pistas de baile y por su restaurante, hoy regentado por sus hijas, han pasado desde el Rey emérito hasta Julio Iglesias.
Foto: Retrato de Massimo Lucarrini.
Ese halo de italiano seductor te sigue acompañando, aunque sé que tus años de playboy terminaron cuando conociste a tu mujer Almudena…Cuéntame cómo sucedió el encuentro.
Ah, ¡eso fue en Las Dos Lunas! Yo la vi, fui hacia ella como una exhalación y le pregunté “¿Qué tengo que hacer para casarme contigo?” Ella al principio era reacia (risas) le parecí un loco, un donjuán. Yo venía de un divorcio y ella tenía un novio que le acompañaba aquella noche…pero no cesé en mi empeño. Tardé un tiempo en conquistarla y hubo algunas idas y venidas, pero el destino quiso que no cogiera un avión a Nueva York y se quedara en Ibiza. Llevamos juntos desde entonces…41 años, desde el año 82.
Qué barbaridad, eso es tener las cosas claras. ¿y cómo sucede el otro gran flechazo de tu vida, el que tuviste con Ibiza?
Pues yo iba mucho al restaurante del artista Mario Arlati en Panarea, una isla de Sicilia. Él me habló de la isla y ese verano me vine con seis amigos. De locura unos cuantos nos compramos varias casas en Roca Llisa y volvimos a Italia. Éramos hippies de lujo…por aquel entonces -mediados de los 70- me dedicaba al mundo de la moda y cuando terminó la temporada de ventas, volví para decorar la casa que había comprado y que no tenía más que un colchón tirado en el suelo. Era invierno y me quedé dormido al lado de la chimenea. Al amanecer me desperté con un sol rojizo impresionante y llamé a mis socios desde el Montesol para decirles que no volvería. Y aquí sigo (risas).
Foto: Restaurante Las Dos Lunas.
Dicho y hecho. ¿Te pasó lo mismo con Las Dos Lunas?
Mi restaurante fue un golpe del destino. Tengo 2 hijos y 3 hijas que se han criado en Ibiza y siempre he querido hacer la vida familiar lo más fácil y agradable posible. Vivimos encima de Las Dos Lunas porque el restaurante es una extensión de nosotros, un negocio familiar. Antes de ser como es hoy, fue una tienda de antigüedades que se llamaba también Las Dos Lunas, no le quise cambiar el nombre porque es una coincidencia personal y posteriormente llamé Luna a mi hija menor. Tengo algo con la luna…
Foto: Restaurante Las Dos Lunas.
Tu restaurante es uno de los más emblemáticos de la isla, seguro que sus paredes atesoran un sinfín de anécdotas…
¡Muchísimas! En la primera etapa, mi ex cuñado, el ya fallecido Carlos Ereñu, era mi socio y se encargaba de las Relaciones Públicas. Era capaz de llenar el restaurante con miembros de la realeza -Juan Carlos I era cliente habitual- supermodelos y estrellas del rock. Recuerdo una noche en la que llamaron insistentemente de parte de Julio Iglesias para reservar una mesa, pero yo había coincidido con él en Madrid previamente y no me gustó su actitud; dije que estaba lleno y que era imposible conseguir mesa esa noche. No era mentira…pero podría haber hecho hueco y no me dio la gana (risas). Volvió al cabo de un tiempo y consiguió cenar. Me dijo “este es el único restaurante de Ibiza donde no me han dado mesa” y le contesté “Bueno, ya que estás aquí, disfruta de la noche”.
Foto: Massimo Lucarinni en Restaurante Las Dos Lunas.
Se podría decir que consigues todo lo que te propones, ¿Qué se te ha resistido en la vida?
Siempre he tenido mucha determinación y no me gusta pisar a nadie. Yo creo que así se puede conseguir mucho. Ahora mismo me viene a la cabeza una casa en Miami detrás de la que andaba para montar un negocio y me la acabó levantando un gran amigo, Gianni Versace. Ese día el diseñador ganó una casa ofertando el doble, pero perdió una amistad. En la vida, hay que saber elegir. Como yo elegí vivir en este paraíso, tener una familia y montar un negocio que hace feliz a la gente. Creo que han sido grandes elecciones.