TODO ESTO PASÓ EN IBIZA (PARTE 1)
Por Laura Martínez
La isla es portadora de más historias acaecidas en ella que el camarote de Los Hermanos Marx. Tras décadas en la cúspide de los ‘place to be’ mundiales, tenía que traer consigo efemérides para aburrir y, efectivamente, la isla no defrauda en su cometido. Te contamos, en tres entregas, una selección de anécdotas en para la posteridad, protagonizadas por todo tipo de personalidades que se han dejado caer por Ibiza a lo largo de los años. Aquí va la primera.
La Boda Punk exprés de Nina Hagen en Benirrás
La madrina del Punk -como se conoce popularmente a la gran Nina Hagen- daba un concierto en Roma en el 85, mientras que un joven ibicenco de 17 años asistía con su cresta de colores y su chupa de cuero al evento. Iroqua, que así se llamaba el zagal, era hijo de una pareja hippie sudafricana que se asentó en Ibiza en pleno movimiento espiritual en la isla. Cuando Hagen -que en aquel momento tenía 33 años- terminó de actuar, Iroqua no dudó en colarse por una ventana hasta el camerino donde estaba la estrella del punk y preguntarle: “Ey Nina, ¿te vienes a Ibiza?”. Justo antes de que los de seguridad lo echaran, ella le dijo que sí y un mes más tarde, se plantó a cantar en la discoteca KU, donde Iroqua, no le quitaba ojo desde rigurosa primera fila. Ella le saludó desde el escenario y el resto, es historia de Ibiza. La pareja de súbitos enamorados se casó tras unos días juntos en una boda oficiada por el guitarrista de Nina, Billy Liesegang, a la luz de la luna y en alta mar, en el epicentro de la fiesta: Benirrás. La extraña mezcla de hippies – o peluts, como los llamaban los ibicencos- y punks asistentes fue testigo de la ceremonia exprés más inverosímil que ha dado la isla. La celebración duró tres días con sus soles y sus lunas y un velero a Formentera que sólo Dios sabe cuántos viajes de ida y vuelta llegó a hacer, cargado de whisky y vodka (los destilados favoritos de los novios), mucha música y un aforo superior al de un barco pirata. Todo esto que os cuento está increíblemente documentado en un reportaje que realizó el programa ’30 Minuts’ en el 87, que incluye imágenes de la ceremonia, entrevistas a los novios que no tienen ningún tipo de desperdicio y una versión de ‘My Way’ de Frank Sinatra, cantada por Nina Hagen en versión Hardcore, además del tema compuesto por ella, expresamente para la boda: ‘Punk Wedding’. Oro puro.
El misterioso accidente de barco de Eric Clapton y George Harrison
De esta selección de anécdotas, esta es la única de la que no hay una constancia documentada, una confirmación 100% fiable. Pero qué sería de las historias sin ese punto de leyenda ¿verdad? Pues bien, Eric Clapton y el Beatle más guapo, George Harrison, tuvieron una relación algo ‘frenemy’ -unión de las palabras anglosajonas friend y enemy- causada por ese enfrentamiento épico que mantuvieron durante el matrimonio de Harrison con Patty Boyd, de la que Clapton estaba enamorado en secreto (y a la que dedicó sus temazos ‘Layla’ y ‘The way you look tonight’ y George hizo lo propio con ‘Something’) y con la que el finalmente se casó después de que ella se cansara de la desidia e indiferencia de Harrison. Sobra decir que Patty también abandonaría a Clapton después de unos años de montaña rusa emocional, harta de sus adicciones. Poco después de su divorcio, Clapton conoció a la actriz y presentadora italiana Lory del Santo, con la que tendría su primer hijo, Connor, que inspiraría uno de los temas más bellos jamás escritos ‘Tears in heaven’, tras la trágica muerte del niño con tan sólo 5 años. Pero algo antes de que esto último sucediera y poco después de que la relación entre Eric y Patty se fuera al garete, entre el amor y la tragedia, entre la risa y el llanto, ahí estaba su gran amigo George, quien le acompañó a Ibiza en una de sus sonadas escapadas en barco, algo que solían hacer juntos. Cuenta la leyenda que llegaron a la isla en el 77, hecho del cual no existe ninguna prueba, pero tampoco dudas. Dicho lo cual, que se dice que Clapton estuvo a punto de morir en dicho accidente, a causa de una colisión con algo. ¿Sería otro barco? ¿un icerberg? Nadie lo sabe y podría inventármelo, pero prefiero dejar que tu imaginación, querid@ lector@, haga el resto. De lo que sí hay constancia, testigos y documentos gráficos, es del concierto que Clapton dio ese mismo año en la Plaza de Toros de Ibiza. ¿Casualidad? No lo creo.
El último paseo en bici de Nico, de The Velvet Underground
La inclasificable artista alemana Christa Päffgen, más conocida como Nico, tuvo una intensa vida llena de momentos históricos. La hermosa rubia se convirtió en musa de Andy Warhol durante la década de los 60, lo que desembocaría en su incursión en el mundo de la música, colaborando en el álbum debut de uno de las bandas más icónicas de la historia. Este álbum, bautizado como ‘The Velvet Underground & Nico’ es considerado el decimotercer álbum más importante de la historia de la música según Rolling Stone y no es casualidad, que fuera precisamente este, el único del que Nico formó parte. Sus devaneos con Lou Reed y John Cale no pasaron desapercibidos para una industria que la tachó de interferir en la banda y causar problemas entre sus integrantes. Warhol fue quien apadrinó a Nico para este proyecto, a pesar de que Cale y Reed, fundadores de la banda, no llegaron a aceptar del todo su presencia en el estudio de grabación, aunque en la cama no les molestara. Tras años siendo la eterna rubia maldita con fama de ‘complicada’ y ‘oscura’, palabras que la prensa utilizaba frecuentemente para referirse a Nico, se trasladó a Ibiza, donde encontró su refugio años después de una sonada aventura con el actor francés Alain Delon. Nico y Delon tuvieron un hijo, Ari, que resultó ser el vivo retrato de su padre, quien nunca le reconoció. Nico vivía en Ibiza alejada de los tabloides y el mundanal ruido cuando el 18 de julio del 88, mientras paseaba en bicicleta por una carretera ibicenca, se cayó y golpeó contra el suelo. Junto a ella estaba su hijo Ari Boulogne -quien llevaba el apellido de su abuela paterna, Edith Boulogne- quien con sólo 25 años tuvo que presenciar la muerte de su madre, de 49. Ibiza guarda la memoria de esta mujer valiente, talentosa y fuerte, a la que la historia le ha negado su merecido lugar como artista.
Las supermodelos de los 90, obsesionadas con las sandalias de cuero de Pedro’s
Si hay un personaje en Ibiza que pueda contar historias como un tahúr por todo lo que ha vivido en la Isla, ese es Pedro Planells. El artesano del cuero y dueño de la mítica tienda Pedro’s en la Plaza del parque, tenía en su haber, como quien tiene un utensilio más, etiquetadas y a buen recaudo, las hormas de los pies de las mujeres más hermosas del planeta: Naomi Campbell, Kate Moss o Elle McPherson llegaban cada verano a Ibiza e iban directas a Pedro’s para hacerse sandalias, bolsos, botas y cinturones a medida con el afamado artesano. Tan demandado llegó a ser el trabajo de Pedro que tenía meses de espera para un encargo y elevó a la categoría de exclusivo, un trabajo nunca antes tan bien valorado. Planells llegó a tener varias tiendas en Ibiza con igual demanda, pero se cansó del estrés de tanto trabajo y decidió cerrar todas, quedándose sólo con este pequeño local que terminaría convirtiéndose en estandarte de una época. Una tienda y menos trabajo, pero mucha más pasión, que al final, es de lo que se trata. Esa pasión fue reconocida por el mismísimo Jean Paul Gaultier, que se enamoró del exquisito trabajo del artesano y le pidió colaborar con él en varias de sus colecciones, siendo el creador de los complementos de cuero que acompañaban a sus diseños. Por la tienda eran habituales los encargos personales de Armani o Valentino, adictos también a sus famosas sandalias espartanas de cuero. Aunque la tienda cerró hace algunos años coincidiendo con la jubilación de Planells, el legado del amor por el trabajo bien hecho y su dedicación a la artesanía de cuero, tan característica de Ibiza, serán eternos y muy recordados en la isla.